Conclusión el misterio de lo vivo

        Este libro tendrá el valor que tú le concedas, al igual que esa jornada que vas a vivir mañana, nueva y preciosa – o rutinaria e insignificante, al igual que la vida de cada uno, ¿y nuestro cuerpo? ¿Qué valor le damos? ¿Qué tiempo pasamos escuchándolo de verdad, respetándolo, diciéndole lo importante que es? No con halagos narcisistas, sino con gratitud espontánea, mística frente al misterio que representa él, nuestro cuerpo. Misterio de perfección. Cierto que lo dudamos cuando nos hace sufrir y cae enfermo; y, no obstante, está ahí, y consecuentemente nosotros con él, conciencia encarnada y actuante y que siente los hielos del invierno y las decepciones amorosas, al igual que huele el perfume primaveral de una promesa imprevista a la vuelta de un café…

       ¿Qué vas a hacer con este libro, con tu lectura? ¿Una entre otras? ¿Una más? ¿y arrojarte sobre una nueva lectura? ¿o detenerte en ti, en tus resentires, tus emociones, tu historia, estar a la escucha del instante de tu vida? El único que te hace estar vivo es éste.

       Tal es nuestro anhelo: haberte presentado un ser único y totalmente desconocido: tú mismo. Haberte enseñado un nuevo lenguaje: el de tu cuerpo. Apréndelo con urgencia. Es el único que realmente te habla de ti sin máscara y sin impostura. Apréndelo con paciencia. Te permitirá pasar más tiempo en tu compañía. Escúchalo con conciencia. Ella es el todo no creado, no nacido.